¡Bienvenidos a S.A!

¡Hola! ¿Cansado de soldados y caballeros? Si estás buscando algo diferente en cuanto a recreación, esta es tu página. En S.A aportamos un toque distinto y una visión especial en nuestra manera de recrear. Si tu pasión es la historia y la recreación, este es tu blog.

miércoles, 4 de diciembre de 2013

Crónica de Belmonte siglo XV 2013

La preparación del evento


Preparar un evento siempre supone una gran cantidad de trabajo, incluso en eventos “pequeños” de menos de 100 personas. Compañía de Bellomonte y Signum Phoenix fueron los encargados de poner la logística y conseguir echar a rodar un evento que ha tenido continuidad desde 2011 con un objetivo muy claro: perseguir la mayor fidelidad posible, tanto material como inmaterial, ajustada al marco temporal del evento: el del reinado de los Reyes Católicos. Y más concretamente, en esta edición, al año de 1482.

Quizá sea redundante hacer hincapié en este aspecto, ya que teóricamente todas las recreaciones históricas persiguen la fidelidad. Sin embargo, existen varios grados o criterios según los cuales se persigue esta fidelidad, y en este evento han perseguido activamente unas mayores cotas de fidelidad. Se pidió, por ejemplo, que los recreadores mandaran una fotografía de su atuendo junto a la inscripción, como requisito para ser aceptados. Pero no solo se exigió al recreador, sino que en todo momento la organización dio ejemplo. David Cuevas, presidente de Compañía de Bellomonte, requiere por ésto una mención especial. Siempre nos sorprende con sus trabajos de la madera (arcones, sillas, mesas, etc.) pero este año su trabajo se ha multiplicado sin desmerecer un ápice el excelente resultado final al que nos tiene acostumbrados: diseñó un potro “portátil” acoplable a una mesa, construyó y pintó una cruz guía inquisitorial (réplica de la que aparece en el cuadro “Auto de fe presidido por Santo Domingo” de Berruguete, cuyo pendón realizó Noemí Toral de S.A), hizo los sambenitos y corozas de los acusados (los cuales pintó él mismo), así como todo el material empleado en los juegos de mujeres, etc.

Como ya habréis podido imaginar, la recreación este año se centraba en la actividad de un tribunal de la inquisición en la villa de Belmonte. Temática novedosa en España tanto por su carácter como por la profundidad con la que se abordó, tratando de huir de mitos y lugares comunes. Unos meses antes del evento contactamos con David y Guillermo, que con una disposición admirable no solo acogieron con agrado nuestras ideas, sino que las convirtieron en el tema central del evento, colocándonos como pilar del mismo. A lo largo de las semanas, quedó claro que no solo estábamos “sugiriendo”, sino que también organizábamos el evento junto a Signum Phoenix y Compañía de Bellomonte. No es la primera vez que colaboramos así con la organización de un evento, lo que siempre es un placer, pero deseo aprovechar para dar las gracias a Guillermo Cózar y David Cuevas por brindarnos la oportunidad de cambiar tantas cosas, de trabajar juntos con tanta armonía y de aunar esfuerzos de esta manera admirable. Esperamos repetir este agradable y productivo “tándem” en años venideros.

Estandarte realizado (izquierda) y el original de la pintura de Berruguete. Se decidió pintarlo con los colores de la orden dominica, como otros ejemplos pictóricos posteriores, y cambiar la heráldica de la orden por otra de la Inquisición Española.

Rol histórico y otras novedades

Estoy hablando de novedades, y en realidad conviene explicar el trasfondo del evento, su idea original, para poder entender lo que realmente se propugnaba y lo que en realidad pasó durante este fin de semana (ya mismo tendremos algunos videos, cortesía de Forjadores del Tiempo, para ilustrar todo esto).

Una de las principales novedades, sino la principal, ha sido central todo el evento en torno a los propios recreacionistas. Las actividades estaban diseñadas para su disfrute, su implicación a varios niveles (según sus propias preferencias, su imaginación, capacidad de adaptación, improvisación, etc.) y, en suma, para que el recreador se colocara en el centro del evento, y fuera tanto el medio como el fin del mismo. Estamos acostumbrados a ir a recreaciones donde, para contentar a instituciones o terceras personas, los recreadores son a menudo “paseados” en largas caminatas, obligados a desplazarse fuera del campamento para realizar actividades de cara al público como pasacalles, lizas o talleres. Esto a menudo provoca gran cansancio entre los recreadores, que deben desplazarse en horas de calor cargados con sus armas y pertrechos para realizar estos actos.

Herejes relapsos con sus sambenitos y corozas

En este caso, decidimos que el campamento fuera un polo de atracción en sí mismo. Como marco perfecto para el desarrollo de la recreación, casi la totalidad de los actos se centraron en él, o un radio muy cercano, de modo que hubo tiempo para el disfrute del recreador tanto como el del público, que acudió en gran número al campamento durante todo el día.

S.A, mi grupo de recreación, siempre ha propugnado una mayor introducción del concepto “rol histórico” en el panorama recreador español (podéis leer sobre esto en otros de mis artículos, que encontraréis en la sección “notas” de mi perfil de Facebook en la revista “El Adalid” de S.A: Unusual Reenactment). Siguiendo la estela de otros eventos que han introducido este concepto, decidimos convertirlo en uno de los pilares del evento. Se elaboraron una serie de fichas de personaje (con una parte pública y otra privada, solo para conocimiento de los organizadores), que encajaban dentro de una trama “de mínimos” para el desarrollo del evento. No obstante, y a pesar de la necesidad de tener que seguir estos puntos mínimos en la trama (relacionados con los diferentes actos a realizar, ya que sin respetar esos puntos de la trama no hubieran tenido sentido, ni al material preparado para ellos se le hubiera dado uso), se fomentó en gran medida la improvisación por parte de los recreadores en la encarnación de sus personajes.

Detalle de la ficha de personaje de David Cuevas

Para ayudar y orientar en el tan peculiar carácter del evento, redacté unos documentos que fueron suministrados antes de la creación de las fichas de personaje, conteniendo el primero instrucciones y recomendaciones de tipo histórico (como títulos, tratamientos y nomenclaturas de personaje) y el segundo una propuesta de estándar de lenguaje “arcaizante”. Suele ser una de las asignaturas pendientes en la recreación, este salto de “vestir como” a “hablar y comportarse como”, y por ello creímos necesario dar toda la ayuda y orientación posible. El estándar de lenguaje tomó como vehicular un castellano clásico, del Siglo de Oro, sobre el cual se podían aplicar los arcaicismos necesarios (se proporcionó un sucinto vocabulario y recomendaciones a la hora de formular frases o conjugar verbos) para dar mayor “sabor de época”, introduciendo expresiones y palabras que se encuentran en obras de la época como La Celestina, las “Coplas a la muerte de su padre” o las canciones de Juan del Encina.

El propósito era, pues, que los recreadores representaran a sus personajes el mayor tiempo posible, durante los horarios marcados como “on-rol” por la organización, dejando sin embargo periodos para el relax, atendiendo las costumbres y necesidades de los recreacionistas (la hora de cenar suele ser el momento de mayor descanso, así como las horas de mayor calor tras la comida de mediodía). No se trataba de una actuación programada, sino de una improvisación, de llevar al personaje diseñado por cada cual atendiendo a sus características (que no tienen por qué coincidir con las del propio recreador), a sus deseos y pensamientos. Para que todo quedara “bien cuadrado”, David, Guillermo y yo ejercimos como conductores o “másters” de dicha interpretación, reencauzando los sucesos que se apartaran excesivamente de la trama.

Los recreadores se implicaron ampliamente en la representación de sus personajes, brindando momentos de gran realismo

Primer día, viernes 9


El primer día en una recreación histórica suele ser, simplemente, el del montaje del campamento. Por motivos de trabajo y de desplazamiento (nosotros mismos tuvimos 7 horas y media de viaje en autobús) lo usual es que las tiendas de los grupos se vayan montando a lo largo de la tarde (e incluso de la noche). Pero esta vez los recreadores hicieron el esfuerzo de prepararlo todo sobre las 9 de la noche, y estar vestidos para esa hora. Faltaban, sin embargo, algunos compañeros que llegarían más tarde.

Así que tras un trasbordo en la estación sur, llegamos a Belmonte sobre las 6 de la tarde, donde nos recogieron amablemente David Cuevas y Guillermo Cózar, compartiendo el último trayecto en autobús con Iagoba Ferreira, del grupo vitoriano “Mitos”. El campamento estaba en pleno montaje, así que procedimos a tonsurarme (últimamente lo hago al llegar al evento, para evitar el engorro de viajar con semejante peinado) y preparar la tienda que durante todo el evento iba a ser la sede del tribunal del Santo Oficio. El campamento de recreación estaba situado junto a la casa parroquial del convento trinitario (junto al centro de salud), de cuyo fresco salón disfrutamos en las horas de relax.

Un instante durante la presentación de los personajes

A las 9 se hizo una reunión de los recreadores presentes. Se les recordó las normativas de rol histórico (redactadas por Guillermo Cózar), el carácter del evento y las actividades previstas en la trama. Se procedió asimismo a presentar públicamente los personajes de los recreadores presentes, para que sonaran sus nombres y aquellos datos que el resto podía conocer “públicamente”. Los dos miembros del tribunal, el inquisidor fray Gaspar de Lominchar (el que escribe) y el escribano del secreto fray Junípero Robledo (Noemí) se retiraron a la tienda del tribunal y comenzaron el Edicto de Fe. Se llamaba así al periodo de gracia durante el cual se podía acusar públicamente a vecinos, así como confesar pecados propios, garantizándose la aplicación de penas o penitencias leves. Los personajes fueron así desfilando ante el tribunal y varios casos fueron surgiendo:
  • Se presentó don Miguel, apadrinado por el noble local, don Rodrigo de Alcántara y Villalba (David García), que acusó a su mujer de infidelidad, y de tratar de envenenarle a través de los remedios de la curandera y partera local, doña Elvira Osorio.
  • Un rico comerciante de telas de la localidad, Alonso de la Cueva, se presentó junto a su esposa (Sandra Cruz) y su ama de llaves, Elisa Rubio (Laura Zorro). Saludó al tribunal, ofreciendo su ayuda de ser necesario.
  • Tres de los criados del mercader se presentaron contando extrañas historias de huesos de gigante encontrados en el campo, sobre lo que el inquisidor les tranquilizó con una disertación sobre los lagartos gigantes que se habían visto en las Canarias.
  • El caballero de la orden de Malta frei Luis Fernández de Alcoy presentó sus respetos, y el inquisidor trabó cierta amistad con él, quedándose como guardaespaldas de su persona. Se presentó luego la maesa Rodrigo, del gremio de costureros.
  • Se habló luego con Elvira Osorio (Mari Carmen Navas), que dio su propia versión de los hechos, asegurando que había dado a don Miguel unos remedios para calmar ciertos dolores, aunque parecieron sentarle mal.
  • El alguacil local (Iagoba Ferreira) no conocía ninguno de los inquietantes hechos confesados por sus parroquianos.
  • Se presentaron otros habitantes de la villa, aún extranjeros. Comenzaron a llegar datos sobre la participación de Elvira Osorio en las infidelidades de doña Jimena, la esposa del marido cornudo, y la identidad de su amante, Alfonso Carrión (Pablo Rubio).
  • En un apunte en privado, don Rodrigo de Alcántara acusó al mercader Alonso de la Cueva de practicar en secreto la religión judía, sobre lo que atestiguó tener datos fehacientes como familiar que era del Santo Oficio.
Tres criados de Alonso de la Cueva comparecen ante el tribunal

Terminaron de esta manera las declaraciones, se hizo cena y charla con viejos amigos y cada cual se fue a dormir a la hora que quiso o pudo. Y aún tuvimos tiempo para jugar a cierta invención aparecida en la película “Malditos bastardos”, tratando de adivinar cuál era el personaje que estaba pegado a nuestra frente mediante un papel.

El “día grande”, sábado 10


El sábado suele ser “el día grande” en un evento. Y este no fue la excepción. La actividad comenzó pronto, en uno de los puntos previstos en la trama: el prendimiento de los acusados. Algunos de ellos no tardaron en aparecer, mientras que otros aprovecharon su poder para sacar a la calle a todos sus partidarios armados. Fue el caso de Alonso de la Cueva (David Cuevas), que se atrincheró en una plaza con muchos de sus hombres, y al que se tardó en capturar y llevar a la presencia del tribunal. El trabajo recayó en el solícito alguacil Saguardia, de la inquisición (Guillermo Cózar).

Apresamiento de algunos peones al servicio de Alonso de la Cueva

Allí, comenzaron los interrogatorios, comenzando por el hijo de la partera, que tras ser sometido al tormento del agua lograría escapar. Le siguieron otros, como el amante de doña Jimena, que ya en el potro confesó enseguida sus inquietantes pecados: era cierto que estaba amancebado, pero también que le habían contratado para robar un niño para doña Jimena, torturada por su infertilidad. Alonso de la Cueva apareció finalmente, y se le comenzó a dar tormento. Negó todo, pero acusó a don Rodrigo de ser el auténtico judaizante.

Tras la hora de comer, el café y el preceptivo descanso, se interrogó al resto de los prisioneros, mientras asuntos muy graves se iban fraguando (y que daban fe de la gran imaginación e inventiva de los recreadores). Alonso de la Cueva se negó a comer nada que estuviera hecho de cerdo, y resultó ser un morisco con inquietantes contactos con el sultán de Granada. Elisa Rubio, su ama de llaves, dio muchos datos acerca de la infidelidad de doña Jimena, su amiga, y de que encargaba anticonceptivos a la curandera Elvira Osorio. Pasó esta luego por el tribunal, y antes de que fuera puesta al tormento, estalló en grandes imprecaciones y maldijo a los incrédulos miembros del tribunal.

Dos de los protagonistas de la tarde, tres si se incluye la famosa ballesta

Por aquel entonces, se había mandado detener a uno de los criados de don Rodrigo, Carlos Mesa (interpretado por Héctor Sánchez), que se había atrincherado en una de las tiendas de su señor con una copia de la torá y una ballesta, negándose a salir. Fue preciso que su señor entrara en la tienda y hablaran, saliendo luego con éste agarrado y una daga en su cuello. Sin embargo, era una trampa, pues ambos estaban en connivencia, y finalmente el hereje escapó perseguido por el alguacil, hasta que se le dio caza. Fue entonces cuando cambiamos a nuestro verdugo, que pasó a ser igualmente un personaje interpretado por David García Gómez, con maestría, y de personalidad inquietante, que comenzó a dar tormento a Carlos Mesa en el potro, que sin embargo ofrecía gran resistencia.

Fue entonces cuando estalló una rebelión en las cárceles de la inquisición, armándose los reos y acudiendo a su rescate mucha gente armada, que pusieron en fuga a los miembros del tribunal, hiriendo a fray Junípero. Sin embargo, el inquisidor escapó, y regresó junto a tropas del marqués del Villena, que sofocaron la rebelión. Durante la lucha, un anónimo ballestero disparó a don Rodrigo, que quedó muy malherido.

La actividad del tribunal se reestableció, y se tuvo una inquietante conversación con don Rodrigo (que podréis ver grabada próximamente). Al final, él resultó ser el mayor y más peligroso hereje del pueblo, y el auténtico judaizante, junto a su criado Carlos Mesa, cuyo auténtico nombre era Abner Jacobi. Este día nos brindó excelentes interpretaciones, y una grandísima sensación de implicación de los recreadores en el rol histórico, surgiendo nuevas tramas, complicaciones para el tribunal, sorpresas, etc. Muy divertido. Paralelamente, se hicieron además talleres de esgrima histórica a cargo de Lucio Gónzalez (asociación caballeros de Al-Basit) y costura, por Virginia Rodrigo (Virginia Disseny) y Chelo Ruiz (Lúa Media).

El tribunal durante las largas sesiones de interrogatorio

Auto de fe, domingo 11


La mañana del domingo, relajada en cuanto a actos, comenzó con más talleres, además de unos divertidos juegos pensados para las mujeres recreacionistas, a modo de campeonato con premio para la ganadora. Estos juegos han venido realizándose durante las tres ediciones, y son una propuesta muy loable para dar mayor protagonismo a los roles femeninos en la recreación. Se hizo un reñido tirasoga, un juego de bolos y una simpática forma de lucha en la que las damas debían atacarse con palos provistos de una enorme cabeza acolchada, defendiéndose con un escudo mientras trataban de mantener el equilibrio sobre una cuña de madera. La que caía de la cuña, perdiendo pie, perdía el combate.
Fase final de los juegos para damas

Tras estos juegos se pasó a la representación del Auto de Fe, lectura solemne y ejecución de las sentencias, precedido por un desfile. En él, tratamos de seguir el orden que se popularizó en los autos de fe de los siglos XVI a XVIII: abriendo la cruz o pendón, detrás del cual van los reconciliados (aquellos que vuelven al seno de la iglesia y a los que se le imponen penitencias leves) portando un cirio. Detrás, los clérigos, seguidos de los alguaciles escoltando a los relapsos (aquellos que van a ser “relajados al brazo secular” y sobre los que recaen penas más severas) y tras de ellos los hombres de armas y los vecinos e integrantes de las cofradías locales (resto de recreacionistas).

Se dispuso luego el tribunal frente a los acusados, con una pira preparada con una efigie representando al finado Rodrigo de Alcántara y un garrote. Se fue llamando así a los acusados por órden:
  • Elisa Rubio, perdonada previo pago de las costas de su proceso.
  • Alfonso Carrión, perdonado pero sentenciado a ser puesto en la picota seis días, para escarnio popular.
  • Doña Jimena, por su adulterio sentenciada a pena de excomunión y destierro de los reinos de Castilla y Aragón, confiscándose todos sus bienes.
  • Carlos Mesa, relajado al brazo secular y sentenciado al garrote.
  • Elvira Osorio, se le conmuta la pena de hoguera por garrote.
  • Alonso de la Cueva, por intercesión de una carta de los Reyes Católicos, es perdonado y puesto en libertad.
  • Don Rodrigo de Alcántara es quemado en efigie por sus muchos y graves pecados.
Carlos Mesa recibiendo el garrote

De esta manera, y antes de la comida de mediodía (también cortesía de la compañía Bellomonte) y el reparto de boletos y sorteo de una silla de tijera entre los recreacionistas, dio por finalizado el evento.

Conclusiones


Belmonte siglo XV ha sido, en su tercera edición, un evento valiente, al igual que lo fue San Miguel de Foces en 2012. Ha abierto nuevos caminos, nuevas posibilidades para la recreación histórica medieval y española. Explorando conceptos como el rol histórico o la colocación del recreacionista como medio y fin de la recreación, ha extraído numerosas e interesantes conclusiones. No obstante, hay detalles que convendría mejorar de cara a futuras ediciones, y que se van a mejorar, como una mayor (todavía) inclusión de roles femeninos en el evento o dar más libertad a los recreadores de cara a la interpretación de sus personajes.

Y sin embargo el balance de este evento ha sido no solo positivo. Ha sido, a mi entender, muy positivo, casi excelente. Todo el trabajo de la organización se sumó al genio, la frescura y capacidad de improvisación y adaptación de los recreacionistas, muchos de los cuales se sumaron al rol histórico y al desarrollo de las tramas y los actos de una manera admirable. No solo hemos demostrado que se puede, sino que es una vía que aporta grandes satisfacciones al recreador, grandes cotas de ilusión y de divulgación activa y de calidad de nuestra historia. Este solo es otro jalón más en una carrera hacia la renovación del panorama de la recreación histórica en España. Seguirán más eventos, cada año explorando temáticas y propuestas diferentes. Y eso, en realidad, me llena de ilusión como recreacionista y amante de la historia.

Deseamos transmitir un gran abrazo a todos los grupos de recreación histórica que han participado en este evento, y muy especialmente a la gente de la compañía de Bellomonte, Signum Phoenix, Mitos, Gloria Victis y Caballeros de Al-Basit. ¡Nos vemos el año que viene!

Foto de Dativo Donate

David Nievas Muñoz



lunes, 22 de julio de 2013

El Adalid - Número 3

Nuevo número de "El Adalid", ahora con periodicidad bimensual. En este nuevo número podréis encontrar:

  • Artículo sobre la recreación civil.
  • Crónica del evento 27m2 inauguración del Museo Troglodita.
  • Noticias recreacionistas.
  • Preparación de los eventos Belmonte siglo XV y San Miguel de Foces.


miércoles, 15 de mayo de 2013

El Adalid - Número 2

En este tercer mes, mayo, podréis encontrar en nuestro boletín mensual:
  • Artículo sobre recreación histórica y rol histórico
  • Crónica de la sesión de fotos en la Alhambra
  • Otros eventos
  • ¡Nuevo miembro de S.A!
  • Entrevista a Guillermo Cózar (grupo Signum Phoenix)
  • ¡Y mucho más!


jueves, 25 de abril de 2013

Montiel Medieval 2013


Como el año pasado, asistimos a Montiel Medieval, uno de los eventos más importantes (si no el único) en torno al siglo XIV español. Bajo las faldas del castillo de Montiel se recrea la derrota de Pedro I (el Justiciero para unos y El Cruel para otros) a manos de su hermanastro Enrique II, fundador de la dinastía trastámara (que se prolongaría hasta el reinado de Juana I, conocida como “la loca”). Esta recreación se articula en torno a una fiesta histórica organizada por el grupo local “Encomienda de Montiel”, y se funde con el programa de eventos de dicha fiesta que incluye una obra de teatro (sobre el episodio de la traición de Bertrand Du Guesclin), un desfile fúnebre con la lectura del testamento y sepelio del rey o una subida al Castillo de la Estrella, con pregón de personalidades como José Mota o el Dr.Beltrán (en la presente edición).

S.A había hablado con la organización de Montiel, gran parte de cuyo peso recae sobre los hombros de Mabel Villagra (que ha trabajado incansablemente y durante años para sacar adelante esta recreación) para llevar a cabo una serie de actividades de living history, cápsulas y una novedosa propuesta: una visita guiada al campamento con aforo limitado (y del tipo que hemos propuesto en el anterior artículo). El nerviosismo se hizo patente por las lluvias que se experimentaron durante semanas (y que gracias a Dios dieron una pequeña tregua), adaptándonos asimismo a cambios en las actividades, emplazamiento del campamento, horarios, planes generales, etc.

Al final el tiempo acompañó, así que nos desplazamos junto a nuestro grupo amigo, Battle Honnours, hasta esta localidad ciudadrealeña para desarrollar las actividades que teníamos pensadas, y colaborar en otras. El viernes se llevó a cabo la tradicional levantada del campamento y recepción de grupos, haciendo dormida unos en el campamento y otros en un colegio de la localidad donde la organización tenía dispuestos colchones, toallas y sábanas para un mejor descanso.

Sábado

El sábado fue el día grande de la recreación. Por el número de actividades, así como por su importancia. Quizá fueron demasiadas actividades, en realidad, al tener que estar pendientes muchos recreadores de asistir a aquellas organizadas para la fiesta histórica (como la subida al castillo, por la mañana, o el desfile previo a la obra de teatro, a las cinco de la tarde y el cortejo fúnebre de Pedro I y sepelio del rey por la noche). Las actividades recreacionistas fueron variadas: una pequeña liza, por la mañana, en la plaza del Centenario Joaquín Amador, vida cotidiana en el campamento con puestos de artesanía y oficios (un puesto de armería y cota de malla, trabajo del cuero, tocados históricos, costura y confección de prendas, etc.), la visita guiada (que organizaba S.A) y el entrenamiento para la batalla del domingo.

Este año, Montiel aumentó sensiblemente el número de recreadores y grupos asistentes, con lo que pudimos disfrutar de la compañía de numerosos grupos de Portugal, de gran calidad en la recreación del siglo XIV, como la Portucale Fidelis o Guildas Áureas (grandes amigos) que repitieron un año más. Junto a ellos, grupos italianos (como La Corte delle Spade) e incluso un grupo francés (Lo Mainaders Malesolde), con lo que los diferentes grupos se beneficiaron de la experiencia de los otros, convirtiendo la convivencia en uno de los puntos fuertes de este evento. No obstante, hubo poco tiempo para dicha convivencia, a causa del apretado programa, un punto que convendría mejorar en futuras ediciones.

Entre otros fallos que detectamos, sin duda fruto de que la organización se vio superada en sus planificaciones por la circunstancia (y por el reducido número de organizadores que realmente estaban al pie del cañón). No vamos a extendernos mucho en estos fallos, aunque si convenimos en señalarlos con ánimo constructivo y sin pretender ofensa en ningún momento. En primer lugar, y bastante importante, fue el aspecto de la comida. Ignoramos si por falta de fondos u organización, la simpática familia que trabajó para ponernos de comer (vaya por delante nuestro agradecimiento a su labor, que prácticamente fue 24 horas y estirando al máximo los medios de los que disponían) se quedó corta en algunas ocasiones con la cantidad servida para tantos grupos y personas, y dada la prisa con la que había que cocinar y prepararlo todo, surgieran problemas como patatas algo crudas (que pusieron a prueba a más de un estómago) o macarrones algo pasados a los que no se pudo escurrir. Fallos comprensibles, y en los que no pretendemos hacer sangre, habida cuenta de que comida y bebida era gratuita y se sirvió al punto a los recreadores (a los que se iba a identificar con una pulsera, aunque luego no hizo falta).



Sea como fuere, tras la comida se entró la tórrida tarde, donde costó movilizar a los recreadores para las dos actividades fundamentales de este horario: la visita guiada y el entrenamiento. Aunque hubo necesidad de que la gente asistiera al desfile de las 5, lo cual fatigó a no pocos dado el calor tan intenso (nadie se lo esperaba). La visita guiada era la actividad estrella de S.A. Y a pesar de los cambios que tuvo que sufrir en su diseño (estaba concebida para no solaparse con el entrenamiento y para que fuera desarrollada y disfrutada por un número mucho mayor de recreadores) fue un éxito. Ésta se centraba en varios módulos temáticos, a los cuales les correspondían unas explicaciones y alguna cápsula o teatralización. No se pudo realizar todo, ni siquiera el mínimo que concebimos in situ, dadas las contingencias del entrenamiento, el calor, la dispersión de los recreadores y la dificultad para mobilizarlos, etc.

Tras recordar las normas de seguridad (que los visitantes, es justo señalar, respetaron a rajatable con un comportamiento ejemplarmente cívico), la visita comenzó con un módulo en el que se explicó las relaciones entre castellanos y nazaríes en el siglo XIV (y el periodo de esplendor del reino nazarí en este siglo) mediante la realización de una teatralización con ayuda de Conca, Fortun de Torres, Battle Honnours y especialmente de los recreadores protagonistas Luis Cano (Mahomad ibn Ruach “el cabezaní”) y Rubén Blanes (Roger de Outremer) que escenificaron mediante una conversación en torno a un tablero de ajedrez las guerras, paces, alianzas y comercios de castellanos y nazaríes durante la Guerra de los Dos Pedros. Damos las gracias a estos recreadores y a los que prestaron el material, y estuvieron presentes colaborando, ya que consideramos que la cápsula fue un éxito y gustó mucho a los visitantes.



Con un “vestir el caballero” (gentileza de Rubén Blanes), pasamos luego al módulo donde se explicó el tren de bagajes y la presencia de mujeres, niños y artesanos en un campamento militar del siglo XIV. La primera parada fue en el yunque de Artifex Crispus (LGV) que tuvo la gentileza de explicar el trabajo del armero (y luego uno de sus compañeros el de la cota de malla) desde el yunque blando hasta el pulido, sin escatimar martilleos. Pretendíamos encadenar este módulo con una estación interesante, donde la recreadora Elena Fuica iba a realizar un recital de prosa y poesía de la época e íbamos a enseñar cuestiones relativas a la sanidad y cura de enfermos, aunque con el solapamiento de la visita con el entrenamiento no se pudo realizar (Elena si hizo el recital para el disfrute de los recreadores, aunque no pudo ser escuchado por los visitantes). No obstante les agradecemos su participación, de todo corazón, y su interés.

La visita pivotó, así pues, sobre el eje de los puestos de artesano. Le siguió el expositor de tocados medievales de Virginia Rodrigo (Gloria Victis), que explicó el significado y diferentes tipos de tocados en la España Medieval. Otras dos paradas ahondaron más en el tema de la vestimenta. Primero, una exposición sobre la costura y el trabajo de la lana por cortesía de CyD de la Orden Calatrava, que aunque no estaba prevista (pido nuevamente disculpas por ello) pilló de camino y nos pareció procedente, y tras una explicación de la presencia de niños en el campamento y el origen ancestral de muchos juegos infantiles, la magistral explicación (cortesía de Fortun de Torres) de los trabajos del cuero. Ya merodeaba por allí Bricio, encarnación de Joaquín Ballesteros, que durante todo el fin de semana volvió a sorprendernos con su representación de este pordiosero (que interactuó con todos de las más diversas formas). Terminamos la visita con una explicación, frente al altar de S.A, de la importancia de la religiosidad en el siglo XIV y de los cambios de mentalidad que llevaron al desarrollo del Renacimiento, que tuvo en el Quatroccento su primer siglo.

Durante este día, convivimos con muchos grupos de recreación, estrechando lazos. S.A estaba en el campamento de Battle Honnours, nuestro grupo amigo (y yo diría que hermano) que siempre nos ayuda en todas nuestras ideas, que alojó nuestro material, nos montó en sus coches y nos brindó como siempre conversaciones y simpatía como solo puede surgir entre amigos. Conocimos a otros grupos, como Gloria Victis, estrechando lazos con amigos como Caballeros y Damas de la Orden Calatrava, Fortun de Torres, Magerit, CONCA, Guildas Áureas... la lista es larga, y temo extenderme más por no dejarme a nadie. Como he señalado, la convivencia fue uno de los puntos fuertes de esta recreación.

Por la noche, antes de la cena, vino el cortejo fúnebre del rey don Pedro, al que lamentablemente no pudimos asistir por agravarse la mala salud de Noemí, que asistió al evento enferma.


Domingo, la Batalla

El domingo las actividades se centraron en la mañana y hasta mediodía, siendo la principal la preparación y desarrollo de la batalla, motivo central de la recreación. A nuestro entender, sin embargo, la batalla quedó un tanto deslucida por varios motivos. El principal, de hecho, fue tener que ajustar la batalla a un marco temporal tan breve (apenas duró 10 minutos) por imperativos del horario. Resultó extraño que una batalla para la que se había pasado dos horas entrenando y ensayando a pleno sol y llevara meses planeándose, durara tan poco. Incluso las bendiciones, y otros actos anejos, tuvieron que hacerse deprisa y corriendo. En una recreación sobre la Batalla de Montiel, y es de justicia que nosotros lo señalemos (aunque no seamos muy amigos de batallas), es lógico que sea precisamente la batalla lo que adquiera un mayor peso.

No obstante, siempre se saca algo bueno, y en este caso fue la implicación de los recreadores ante nuestra labor de coordinación en los rezos, saqueo de muertos y bendición final. Algo caótico en conjunto, quizá, pero cumplió su función. Nuestros amigos portugueses rezaron con fray Ordoño en repetidas ocasiones, y los calatravos hicieron otro tanto, dirigiendo su capellán el rezo del bando enriquista antes del combate. Aguadoras y saqueadores esperaron su turno al final del combate, tal y como estaba convenido, y mientras presentábamos nuestros respetos a Enrique II como vencedor de la jornada, Bricio arrambló con cuando pudo, haciéndose con un casco y varias espadas como botín personal, con el cual posó orgulloso diciendo que iba a venderlos, no por dinero, sino por vacas y ovejas. Un hombre pragmático.

Terminó así Montiel Medieval 2013, un evento que este año contó con casi 180 recreadores de muchas partes de Europa, donde los problemas fueron solventándose según se iban presentando, y que a pesar del nerviosismo y la preocupación quedó, en suma, en un evento que cumplió lo que prometió con mucha decencia y con momentos y actividades de gran originalidad. Damos un abrazo muy fuerte a todos los amigos que estuvieron allí, y otro no menos fuerte a los que no pudieron ir. Esperamos que esta sea la primera de muchas recreaciones a las que asistamos este año.



David Nievas Muñoz

jueves, 18 de abril de 2013

El Adalid Número 1

En este segundo mes, Abril, podéis encontrar encontrar en El Adalid:
  • Artículo sobre recreación medieval y campamentos
  • Crónica del evento Montiel Medieval 2013
  • Otros eventos
  • ¡Nuevo miembro de S.A!
  • Reseñas de libros y producciones audiovisuales
  • Reseña/entrevista a Feudorum Domini
  • ¡Y muchas cosas más!


jueves, 14 de marzo de 2013

Boletín "El Adalid". Numero cero


¡Hola amigos! Os presentamos “El Adalid”, un boletín que podréis disfrutar el día 14 de cada mes. Un boletín contagiado por nuestro espíritu: la historia y la recreación pueden ser divertidas. En este boletín encontraréis entrelazados el humor, la documentación y la divulgación. ¿Humor? Aunque la seriedad es necesaria, y nuestro trabajo nos avale, creemos en el humor como método para la divulgación.

Divulgación, por supuesto, ¡Es necesaria! Acercar la historia a todo tipo de público, con los más diversos medios. Documentación, indispensable, nuestra columna vertebral.

Bajo los auspicios de nuestro patrón, San Cucufato, este boletín nace con la intención de ser la “continuación de nuestro espíritu”. Fomentar la recreación civil en España y su protagonismo, ofrecer alternativas a soldados, batallas y desfiles. Sin tratar de convencer a nadie, sin creernos más que nadie. Simplemente, haciendo lo que más nos gusta y compartiéndolo con vosotros.

Seguidnos en este viaje mensual en el que encontraréis artículos de opinión, desgloses de imágenes, crónicas de eventos, proyectos, reseñas, “caza de mitos”, entrevistas, viñetas... Esperemos que, además de divertido, lo encontréis interesante.


martes, 28 de agosto de 2012

Exequias de Eximen de Foces, 2012

Hace meses, nuestros amigos de Feudorum Domini nos comentaron una idea que estaba rondando su cabeza: hacer, por primera vez en la recreación medieval española, un evento de carácter eminentemente civil. Como no podía ser de otra manera, nos adherimos al proyecto casi de inmediato. Un intenso trabajo de documentación se estaba desarrollando paralelamente.

El objetivo era recrear la muerte y las exequias de un importante ricohombre y señor feudal del Aragón del siglo XIII, Éximen de Foces, en la Iglesia de San Miguel de Foces (Ibieca), una joya de finales del románico, y el lugar donde reposan los restos de esta importante familia. El marco era, pues, incomparable, habida cuenta de la restauración acometida entre 2003 y 2005, y que rescató las impresionantes pinturas de las naves laterales donde se hallan los sepulcros de la familia de Foces.

Objetivo: Preparar las exequias


Durante esos meses, el trabajo de Feudorum Domini se multiplicó. Fue necesario documentar y crear un sinfín de aspectos materiales e inmateriales: se construyó el catafalco de Éximen de Foces, la cruz procesional réplica de las conservadas en museos españoles, una cruz para el altar (así como diversos objetos para el mismo), vestimentas litúrgicas para quienes iban a oficiar, conseguir caballos, así como perros de caza, diseñar y construir escudos para el cortejo fúnebre, etc... S.A ofreció su trabajo previo en materia de investigación de sacramentos y liturgias preconciliares que se emplearían en las diferentes ceremonias durante las exequias, y además planteó una serie de teatralizaciones y cápsulas "ex profeso", como el prendimiento de un ladrón o la extremaunción de Éximen de Foces, que no estaba en principio incluida en el programa.

Trabajamos enviando resúmenes, dossieres y material de ayuda para los participantes en estos actos del programa, y ayudamos a los miembros de Feudorum a documentar el más diverso material, y actos a realizar durante las exequias. Ahorramos dinero, y preparamos gigantescas maletas, recorriendo más de 800 km en 10 horas de viaje hasta tierras de Aragón, luego de Huesca. Todo estaba preparado cuando llegamos al entorno de la iglesia de San Miguel.

Testamento de Éximen de Foces realizado por Enrique Villuendas

Nuevos y viejos amigos


Antes de proseguir con el relato de esta sinpar recreación, nos gustaría dar las gracias y muy especialmente a los miembros de Feudorum Domini, el grupo organizador. No teníamos el placer más que de conocernos por internet, aunque a algunos de sus miembros ya les considerábamos amigos con todas las de la ley. Hemos de decir que su acogida cálida y atenta nos tocó el alma. Tuvimos el placer de conocer en persona a gente tan encantadora como Carlos y su mujer, Amparo y el incombustible Mariano (uno de los motores de esta recreación), que demostraron una vez más que se puede ser un excelente recreador, en muchísimos aspectos, y a la vez ser gente cercana, simpática y dispuesta siempre a ayudar y a hacer que nuestra experiencia fuera cómoda y agradable.

Este grupo, cuyo nombre definió nuestro gran amigo Enrique "los señores de los fueros", nos ha tocado el corazón, y los sentimos ahora más que nunca como nuestros hermanos. ¿Que decir? Tan solo, quedaros con este dato: nunca en mi vida había visto a un grupo de recreación recoger las tiendas del campamento mientras cantan al unísono una alegre canción. Feudorum es así: no solo llevan a la recreación medieval a un altísimo estándar de calidad, sino que disfrutan con ella con una ilusión casi infantil. Una ilusión con la que nos sentimos identificados.


Primer día -Viernes- 


Tras un viaje de 10 horas (11 horas en algún caso) y ser amablemente acogidos por Enrique en su casa, donde hallemos descanso, partimos al municipio oscense de Ibieca por la mañana, donde llegamos en un campamento que estaba en plena construcción. Para nuestra sorpresa uno de los grupos asistentes, Casus Bellic, estaba construyendo una cabaña con materiales del lugar, usando tan solo herramientas de la época. Con ánimo jovial, estos compañeros catalanes construyeron algo increible, con troncos, ramas, piedras, cañas y cubiertas de hoja, para lo que trabajaron sin descanso durante todo el día, y hasta el siguiente. El resultado no podía ser más impresionante, y a la vez austero.
La cabaña

Tras comer y bañarnos en la piscina local, donde tanto Enrique como David se tonsuraron, nos pusimos nuestras vestimentas y comenzamos a interpretar a nuestros personajes. Habéis leido bien: interpretar. Durante el fin de semana, pudimos gozar de este living history en los momentos más insospechados: los siervos comieron en el suelo y respondían a las llamadas del nuevo señor, Atho de Foces, la barragana cortejaba a los hombres y los atraía a su tienda, donde el benedictino elaboró una "lista de precios" de sus servicios que estaba expuesta en la puerta. Hubo conversaciones entre caballeros y campesinos, entre frailes y señores, sobre las más diversas áreas, donde se pusieron de manifiesto los vastos conocimientos de los recreadores que habían asistido superando estrictos criterios de calidad que iban más allá de lo puramente material. Aún se fraguaron duelos y pendencias, que quedaron sin embargo en suspenso hasta el último día. La sensación, sin embargo, fue extraordinaria, tanto para nosotros como para los visitantes: podías ver al monje escribiendo en su cubículo, al señor paseando y recibiendo a las embajadas de Castilla y las órdenes militares... Todo era interactivo, y la historia podía palparse. Una historia que, además, te hablaba.

Extremaunción del señor de Foces
Con la ayuda de recreadores como Roger de Outremer o Richard Bradley, partimos en la procesión del Viático hasta el campamento, al sonido de la campanilla y los gregorianos, sosteniendo el cáliz con la sagrada forma al paso del cual los recreadores se arrollidaban y enmudecían. La mujer de Éximen recibió a fray Ordoño en la puerta de su tienda, iluminada por las velas. Ella misma sostenía su cirio bautismal. Se arrodilló, respondiendo al sacerdote, al que dió permiso para entrar. El enfermo Éximen, tendido sobre el camastro, besó la cruz procesional, y se derramó sobre él y los presentes el agua bendecida del asperges antes de comenzar con el rito. Pidió luego el moribundo confesión, y al toque de la campanilla abandonó el resto la tienda. Arrodillado junto a él, Ordoño escuchó sus pecados, donde los asuntos de faldas e hijos ilegítimos torturaban su alma cristiana.

Recibió entonces la absolución, y llamados los de afuera, que se arrodillaron ante el sacramento expuesto en la mesa, se comenzó a ungir el oleo de enfermos en su frente, ojos, oreja, boca, nariz, manos y pies, con la acostumbrada fórmula. Se rogó a Dios por su curación, y el fraile se lavó las manos, saliendo de la tienda para destruir el material santificado. Dos jóvenes siervos cavaron un pequeño hoyo con sus palas, donde se enterró el pan, el agua, los paños y el óleo que se había utilizado. Mientras, Éximen rectificó su testamento en presencia de su secretario de cartas latinas, Enrique de Zaragoza, aumentando la cuantía de sus donaciones. Llamó a su familia, y dando unos últimos consejos, dió su alma a Dios. La triste noticia se dió a los presentes y una vela, la suya, se apagó, como símbolo del tránsito de su alma al más allá.

Cenamos luego, interpretando intensamente a nuestros personajes. El sargento Gudal fue sorprendido disfrutando de los servicios de la barragana, sin haberlos pagado, asunto por el cual tuvo que mediar su señor. Y con una gran euforia, fuimos a dormir. Lo mejor, sin duda, estaba todavía por llegar.


Segundo día -Sábado-


El día comenzó de forma intensa en lo que se refiere al living history, retomando donde se había dejado el día anterior: el capellán hospitalario practicaba los rezos en la capilla de campaña, mientras el ladrón corría perseguido por la guardia de Assalit de Gudal, que le dió caza, poniéndole en el cepo. Allí, los presentes se cebaron con él, tirándole lechugas y otras inmundicias. En las mesas, dos hombres de armas discutieron por asuntos de juego, dinero y mujeres púbicas, acudiendo el señor Atho a poner paz a la disputa. Se produjo luego la presentación de los respetos al nuevo señor y su madre, la viuda, por parte de familias nobles como los Montcada, caballeros de Santiago, sargentos y encomenderos del temple, el embajador del rey de Castilla y su séquito, así como personas particulares, entre las que se contaron los propios siervos del señor.

Los siervos presentan sus condolencias al señor Atho de Foces

Tras la comida, se prepararon los que fueron actos principales de la tarde y la noche: el cortejo fúnebre y las exequias del finado Éximen. Reunidos en Ibieca, los recreadores acudieron hasta la casona donde se custodiaba el catafalco, que fue sacado a hombros a la calle. Allí, el sargento Gudal preguntó: "Hace diez días que busco a mi señor Éximen de Foces, y no lo hallo". Su hijo, posando la mano sobre el ataud, dijo "Está muerto, helo aquí". Estalló el llanto de las plañideras, el sonido de los cuernos de caza, y el ladrido de los perros. Con la cruz procesional y los cirios delante, se abrió la comitiva que recorrió casi 2 kilómetros por el pueblo y el campo. Detrás, tres clérigos, uno de ellos cantando en gregoriano, y acompañado puntualmente por quienes le flanqueaban. Luego venían los miembros de las órdenes militares, dos caballos, el del hijo (sobre el que iba un caballero fuertemente armado) y el del difunto, vacio, de cuyas riendas tiraba su enlutada viuda. El féretro, acompañado por los escudos del señor, vueltos del revés, recorria los campos a la luz del atardecer, enmarcado por el sonido del llanto de perros y plañideras que venían detrás, cerrando la marcha junto a cientos de visitantes y curiosos. El largo y pedregoso camino puso a prueba nuestras fuerzas, y al fin, llegamos a la puerta de la iglesia de San Miguel. Allí, los guardias dieron tres vueltas al féretro con los escudos del señor, y luego los rompieron contra el suelo.

Parte del cortejo fúnebre

Entramos a la iglesia, tan solo iluminada por las velas. Los recreadores se dividieron en hombres (a la derecha) y mujeres (a la izquierda) de pie, tal y como se puede ver en las cantigas. Los tres oficiantes, Enrique, Richard y David, que era el sacerdote, se prepararon para el rito de despedida del muerto. Tras los latines, siguieron los gregorianos, que resonaron cavernosos en la maravillosa acústica del lugar. El público presente disfrutó de una atmósfera casi eterea, por el humo del incienso y las velas y el silencio solo roto por las plegarias que entonaron a decenas de gargantas. El señor de Foces encontró así su descanso eterno.

La emoción se palpaba entre los recreadores, y podíamos sentir que habíamos hecho algo grande, diferente. Muchos fueron los comentarios en tal sentido. Tres voces cantaron en el altar, de motu propio, el mismo gregoriano: Guacimar, Richard y Noemí. Al final, los tres, y luego los cuatro, nos abrazamos con lágrimas en los ojos. Cansados por la larga caminata, cenamos a la luz de la luna y las velas bajo los toldos del campamento, acompañados por la música. Satisfechos, cerró así el día grande de la recreación, y dió paso el siguiente.

Oficiando el rito de despedida del difunto


Tercer día -Domingo-


El domingo, como acostumbra, fue el día de despedida y cierre, con actos hasta la hora de comer. El primero de estos fue el bautismo de una criada musulmana, bajo la sombra de la iglesia de San Miguel, oficiado por David junto a Enrique Villuendas y Richard Bradley. Una vela se había apagado, y una nueva se había encendido. Un alma por otra nueva.

Bautizo de Zuleyma Bakr como María de Foces
Se desarrollaron luego las justas. Estas fueron, sin embargo, diferentes a las que hemos visto que se suelen realizar. Presididas por un estrado donde se hallaban el nuevo señor de Foces y su esposa, en ella pudimos ver episodios de gran teatralidad, desarrollo de diálogos y personajes y aún explicaciones para el público sobre la finalidad del torneo, sus reglas y su justificación histórica. El sargento Saguardia se alzó con el triunfo en la palestra, portando los colores de la casa de Foces. Su premio fue una caja conteniendo un fragmento del Lignum Crucis, traido por los antepasados del señor Atho. No contento con este triunfo, aprovechó para resolver, según las leyes del cartel de desafío, su rencilla con Assalit de Gudal, sargento de armas de la casa de Foces, al que dió muerte en brava lid.

De esta manera, acabaron oficialmente las exequias del muy alto señor Éximen de Foces. Volvimos del año 1262 a 2012.


Un nuevo horizonte recreador


Las exequias de San Miguel de Foces no han sido el primer evento donde la recreación civil, las teatralizaciones, la representación del personaje o el living history se han desarrollado. Es cierto. Sin embargo, si ha sido el primer evento en el que se han incluído sistemáticamente estos conceptos como parte consustancial de la propia recreación. Además, ha sido el primer evento de recreación medieval, al menos hasta la fecha, cuyos actos principales no han sido batallas ni combates. La recreación civil y religiosa ha tenido en este evento una importancia capital.

Richard Bradley rezando en el altar de campaña

Y no solo eso, sino que este concepto ha encandilado a cuantos han asistido, brindándoles una sensación muy especial. Muchos de nosotros entramos en este mundo, el de la recreación, para "vivir la historia". Y en San Miguel de Foces, nos levantamos en el siglo XIII, para vivir en él, para representarlo, amarlo y divulgarlo. Más allá del material, que fue mucho y muy bueno, y más allá de los propios actos del programa, triunfó la recreación, con mayúsculas.

Se ha abierto una nueva senda, un horizonte, que creíamos posible desde un principio, pero que hasta ahora no se había practicado a este nivel. Es un camino largo y duro. Pero como hemos visto, uno muy satisfactorio y emocionante. Nosotros estuvimos allí, aportando nuestro granito de arena en todo lo pudimos. Disfrutando con lo que mejor sabemos hacer. A todos los que estuvísteis allí, gracias. Y a los que no pudísteis estar, tranquilos. Esto es solo el comienzo. Podréis disfrutar de más recreaciones como esta en lo sucesivo. O esa, al menos, es nuestra intención.

Fotos: Luis Sorando, Ruben Blanes y Enrique Villuendas