¡Bienvenidos a S.A!

¡Hola! ¿Cansado de soldados y caballeros? Si estás buscando algo diferente en cuanto a recreación, esta es tu página. En S.A aportamos un toque distinto y una visión especial en nuestra manera de recrear. Si tu pasión es la historia y la recreación, este es tu blog.

miércoles, 4 de diciembre de 2013

Crónica de Belmonte siglo XV 2013

La preparación del evento


Preparar un evento siempre supone una gran cantidad de trabajo, incluso en eventos “pequeños” de menos de 100 personas. Compañía de Bellomonte y Signum Phoenix fueron los encargados de poner la logística y conseguir echar a rodar un evento que ha tenido continuidad desde 2011 con un objetivo muy claro: perseguir la mayor fidelidad posible, tanto material como inmaterial, ajustada al marco temporal del evento: el del reinado de los Reyes Católicos. Y más concretamente, en esta edición, al año de 1482.

Quizá sea redundante hacer hincapié en este aspecto, ya que teóricamente todas las recreaciones históricas persiguen la fidelidad. Sin embargo, existen varios grados o criterios según los cuales se persigue esta fidelidad, y en este evento han perseguido activamente unas mayores cotas de fidelidad. Se pidió, por ejemplo, que los recreadores mandaran una fotografía de su atuendo junto a la inscripción, como requisito para ser aceptados. Pero no solo se exigió al recreador, sino que en todo momento la organización dio ejemplo. David Cuevas, presidente de Compañía de Bellomonte, requiere por ésto una mención especial. Siempre nos sorprende con sus trabajos de la madera (arcones, sillas, mesas, etc.) pero este año su trabajo se ha multiplicado sin desmerecer un ápice el excelente resultado final al que nos tiene acostumbrados: diseñó un potro “portátil” acoplable a una mesa, construyó y pintó una cruz guía inquisitorial (réplica de la que aparece en el cuadro “Auto de fe presidido por Santo Domingo” de Berruguete, cuyo pendón realizó Noemí Toral de S.A), hizo los sambenitos y corozas de los acusados (los cuales pintó él mismo), así como todo el material empleado en los juegos de mujeres, etc.

Como ya habréis podido imaginar, la recreación este año se centraba en la actividad de un tribunal de la inquisición en la villa de Belmonte. Temática novedosa en España tanto por su carácter como por la profundidad con la que se abordó, tratando de huir de mitos y lugares comunes. Unos meses antes del evento contactamos con David y Guillermo, que con una disposición admirable no solo acogieron con agrado nuestras ideas, sino que las convirtieron en el tema central del evento, colocándonos como pilar del mismo. A lo largo de las semanas, quedó claro que no solo estábamos “sugiriendo”, sino que también organizábamos el evento junto a Signum Phoenix y Compañía de Bellomonte. No es la primera vez que colaboramos así con la organización de un evento, lo que siempre es un placer, pero deseo aprovechar para dar las gracias a Guillermo Cózar y David Cuevas por brindarnos la oportunidad de cambiar tantas cosas, de trabajar juntos con tanta armonía y de aunar esfuerzos de esta manera admirable. Esperamos repetir este agradable y productivo “tándem” en años venideros.

Estandarte realizado (izquierda) y el original de la pintura de Berruguete. Se decidió pintarlo con los colores de la orden dominica, como otros ejemplos pictóricos posteriores, y cambiar la heráldica de la orden por otra de la Inquisición Española.

Rol histórico y otras novedades

Estoy hablando de novedades, y en realidad conviene explicar el trasfondo del evento, su idea original, para poder entender lo que realmente se propugnaba y lo que en realidad pasó durante este fin de semana (ya mismo tendremos algunos videos, cortesía de Forjadores del Tiempo, para ilustrar todo esto).

Una de las principales novedades, sino la principal, ha sido central todo el evento en torno a los propios recreacionistas. Las actividades estaban diseñadas para su disfrute, su implicación a varios niveles (según sus propias preferencias, su imaginación, capacidad de adaptación, improvisación, etc.) y, en suma, para que el recreador se colocara en el centro del evento, y fuera tanto el medio como el fin del mismo. Estamos acostumbrados a ir a recreaciones donde, para contentar a instituciones o terceras personas, los recreadores son a menudo “paseados” en largas caminatas, obligados a desplazarse fuera del campamento para realizar actividades de cara al público como pasacalles, lizas o talleres. Esto a menudo provoca gran cansancio entre los recreadores, que deben desplazarse en horas de calor cargados con sus armas y pertrechos para realizar estos actos.

Herejes relapsos con sus sambenitos y corozas

En este caso, decidimos que el campamento fuera un polo de atracción en sí mismo. Como marco perfecto para el desarrollo de la recreación, casi la totalidad de los actos se centraron en él, o un radio muy cercano, de modo que hubo tiempo para el disfrute del recreador tanto como el del público, que acudió en gran número al campamento durante todo el día.

S.A, mi grupo de recreación, siempre ha propugnado una mayor introducción del concepto “rol histórico” en el panorama recreador español (podéis leer sobre esto en otros de mis artículos, que encontraréis en la sección “notas” de mi perfil de Facebook en la revista “El Adalid” de S.A: Unusual Reenactment). Siguiendo la estela de otros eventos que han introducido este concepto, decidimos convertirlo en uno de los pilares del evento. Se elaboraron una serie de fichas de personaje (con una parte pública y otra privada, solo para conocimiento de los organizadores), que encajaban dentro de una trama “de mínimos” para el desarrollo del evento. No obstante, y a pesar de la necesidad de tener que seguir estos puntos mínimos en la trama (relacionados con los diferentes actos a realizar, ya que sin respetar esos puntos de la trama no hubieran tenido sentido, ni al material preparado para ellos se le hubiera dado uso), se fomentó en gran medida la improvisación por parte de los recreadores en la encarnación de sus personajes.

Detalle de la ficha de personaje de David Cuevas

Para ayudar y orientar en el tan peculiar carácter del evento, redacté unos documentos que fueron suministrados antes de la creación de las fichas de personaje, conteniendo el primero instrucciones y recomendaciones de tipo histórico (como títulos, tratamientos y nomenclaturas de personaje) y el segundo una propuesta de estándar de lenguaje “arcaizante”. Suele ser una de las asignaturas pendientes en la recreación, este salto de “vestir como” a “hablar y comportarse como”, y por ello creímos necesario dar toda la ayuda y orientación posible. El estándar de lenguaje tomó como vehicular un castellano clásico, del Siglo de Oro, sobre el cual se podían aplicar los arcaicismos necesarios (se proporcionó un sucinto vocabulario y recomendaciones a la hora de formular frases o conjugar verbos) para dar mayor “sabor de época”, introduciendo expresiones y palabras que se encuentran en obras de la época como La Celestina, las “Coplas a la muerte de su padre” o las canciones de Juan del Encina.

El propósito era, pues, que los recreadores representaran a sus personajes el mayor tiempo posible, durante los horarios marcados como “on-rol” por la organización, dejando sin embargo periodos para el relax, atendiendo las costumbres y necesidades de los recreacionistas (la hora de cenar suele ser el momento de mayor descanso, así como las horas de mayor calor tras la comida de mediodía). No se trataba de una actuación programada, sino de una improvisación, de llevar al personaje diseñado por cada cual atendiendo a sus características (que no tienen por qué coincidir con las del propio recreador), a sus deseos y pensamientos. Para que todo quedara “bien cuadrado”, David, Guillermo y yo ejercimos como conductores o “másters” de dicha interpretación, reencauzando los sucesos que se apartaran excesivamente de la trama.

Los recreadores se implicaron ampliamente en la representación de sus personajes, brindando momentos de gran realismo

Primer día, viernes 9


El primer día en una recreación histórica suele ser, simplemente, el del montaje del campamento. Por motivos de trabajo y de desplazamiento (nosotros mismos tuvimos 7 horas y media de viaje en autobús) lo usual es que las tiendas de los grupos se vayan montando a lo largo de la tarde (e incluso de la noche). Pero esta vez los recreadores hicieron el esfuerzo de prepararlo todo sobre las 9 de la noche, y estar vestidos para esa hora. Faltaban, sin embargo, algunos compañeros que llegarían más tarde.

Así que tras un trasbordo en la estación sur, llegamos a Belmonte sobre las 6 de la tarde, donde nos recogieron amablemente David Cuevas y Guillermo Cózar, compartiendo el último trayecto en autobús con Iagoba Ferreira, del grupo vitoriano “Mitos”. El campamento estaba en pleno montaje, así que procedimos a tonsurarme (últimamente lo hago al llegar al evento, para evitar el engorro de viajar con semejante peinado) y preparar la tienda que durante todo el evento iba a ser la sede del tribunal del Santo Oficio. El campamento de recreación estaba situado junto a la casa parroquial del convento trinitario (junto al centro de salud), de cuyo fresco salón disfrutamos en las horas de relax.

Un instante durante la presentación de los personajes

A las 9 se hizo una reunión de los recreadores presentes. Se les recordó las normativas de rol histórico (redactadas por Guillermo Cózar), el carácter del evento y las actividades previstas en la trama. Se procedió asimismo a presentar públicamente los personajes de los recreadores presentes, para que sonaran sus nombres y aquellos datos que el resto podía conocer “públicamente”. Los dos miembros del tribunal, el inquisidor fray Gaspar de Lominchar (el que escribe) y el escribano del secreto fray Junípero Robledo (Noemí) se retiraron a la tienda del tribunal y comenzaron el Edicto de Fe. Se llamaba así al periodo de gracia durante el cual se podía acusar públicamente a vecinos, así como confesar pecados propios, garantizándose la aplicación de penas o penitencias leves. Los personajes fueron así desfilando ante el tribunal y varios casos fueron surgiendo:
  • Se presentó don Miguel, apadrinado por el noble local, don Rodrigo de Alcántara y Villalba (David García), que acusó a su mujer de infidelidad, y de tratar de envenenarle a través de los remedios de la curandera y partera local, doña Elvira Osorio.
  • Un rico comerciante de telas de la localidad, Alonso de la Cueva, se presentó junto a su esposa (Sandra Cruz) y su ama de llaves, Elisa Rubio (Laura Zorro). Saludó al tribunal, ofreciendo su ayuda de ser necesario.
  • Tres de los criados del mercader se presentaron contando extrañas historias de huesos de gigante encontrados en el campo, sobre lo que el inquisidor les tranquilizó con una disertación sobre los lagartos gigantes que se habían visto en las Canarias.
  • El caballero de la orden de Malta frei Luis Fernández de Alcoy presentó sus respetos, y el inquisidor trabó cierta amistad con él, quedándose como guardaespaldas de su persona. Se presentó luego la maesa Rodrigo, del gremio de costureros.
  • Se habló luego con Elvira Osorio (Mari Carmen Navas), que dio su propia versión de los hechos, asegurando que había dado a don Miguel unos remedios para calmar ciertos dolores, aunque parecieron sentarle mal.
  • El alguacil local (Iagoba Ferreira) no conocía ninguno de los inquietantes hechos confesados por sus parroquianos.
  • Se presentaron otros habitantes de la villa, aún extranjeros. Comenzaron a llegar datos sobre la participación de Elvira Osorio en las infidelidades de doña Jimena, la esposa del marido cornudo, y la identidad de su amante, Alfonso Carrión (Pablo Rubio).
  • En un apunte en privado, don Rodrigo de Alcántara acusó al mercader Alonso de la Cueva de practicar en secreto la religión judía, sobre lo que atestiguó tener datos fehacientes como familiar que era del Santo Oficio.
Tres criados de Alonso de la Cueva comparecen ante el tribunal

Terminaron de esta manera las declaraciones, se hizo cena y charla con viejos amigos y cada cual se fue a dormir a la hora que quiso o pudo. Y aún tuvimos tiempo para jugar a cierta invención aparecida en la película “Malditos bastardos”, tratando de adivinar cuál era el personaje que estaba pegado a nuestra frente mediante un papel.

El “día grande”, sábado 10


El sábado suele ser “el día grande” en un evento. Y este no fue la excepción. La actividad comenzó pronto, en uno de los puntos previstos en la trama: el prendimiento de los acusados. Algunos de ellos no tardaron en aparecer, mientras que otros aprovecharon su poder para sacar a la calle a todos sus partidarios armados. Fue el caso de Alonso de la Cueva (David Cuevas), que se atrincheró en una plaza con muchos de sus hombres, y al que se tardó en capturar y llevar a la presencia del tribunal. El trabajo recayó en el solícito alguacil Saguardia, de la inquisición (Guillermo Cózar).

Apresamiento de algunos peones al servicio de Alonso de la Cueva

Allí, comenzaron los interrogatorios, comenzando por el hijo de la partera, que tras ser sometido al tormento del agua lograría escapar. Le siguieron otros, como el amante de doña Jimena, que ya en el potro confesó enseguida sus inquietantes pecados: era cierto que estaba amancebado, pero también que le habían contratado para robar un niño para doña Jimena, torturada por su infertilidad. Alonso de la Cueva apareció finalmente, y se le comenzó a dar tormento. Negó todo, pero acusó a don Rodrigo de ser el auténtico judaizante.

Tras la hora de comer, el café y el preceptivo descanso, se interrogó al resto de los prisioneros, mientras asuntos muy graves se iban fraguando (y que daban fe de la gran imaginación e inventiva de los recreadores). Alonso de la Cueva se negó a comer nada que estuviera hecho de cerdo, y resultó ser un morisco con inquietantes contactos con el sultán de Granada. Elisa Rubio, su ama de llaves, dio muchos datos acerca de la infidelidad de doña Jimena, su amiga, y de que encargaba anticonceptivos a la curandera Elvira Osorio. Pasó esta luego por el tribunal, y antes de que fuera puesta al tormento, estalló en grandes imprecaciones y maldijo a los incrédulos miembros del tribunal.

Dos de los protagonistas de la tarde, tres si se incluye la famosa ballesta

Por aquel entonces, se había mandado detener a uno de los criados de don Rodrigo, Carlos Mesa (interpretado por Héctor Sánchez), que se había atrincherado en una de las tiendas de su señor con una copia de la torá y una ballesta, negándose a salir. Fue preciso que su señor entrara en la tienda y hablaran, saliendo luego con éste agarrado y una daga en su cuello. Sin embargo, era una trampa, pues ambos estaban en connivencia, y finalmente el hereje escapó perseguido por el alguacil, hasta que se le dio caza. Fue entonces cuando cambiamos a nuestro verdugo, que pasó a ser igualmente un personaje interpretado por David García Gómez, con maestría, y de personalidad inquietante, que comenzó a dar tormento a Carlos Mesa en el potro, que sin embargo ofrecía gran resistencia.

Fue entonces cuando estalló una rebelión en las cárceles de la inquisición, armándose los reos y acudiendo a su rescate mucha gente armada, que pusieron en fuga a los miembros del tribunal, hiriendo a fray Junípero. Sin embargo, el inquisidor escapó, y regresó junto a tropas del marqués del Villena, que sofocaron la rebelión. Durante la lucha, un anónimo ballestero disparó a don Rodrigo, que quedó muy malherido.

La actividad del tribunal se reestableció, y se tuvo una inquietante conversación con don Rodrigo (que podréis ver grabada próximamente). Al final, él resultó ser el mayor y más peligroso hereje del pueblo, y el auténtico judaizante, junto a su criado Carlos Mesa, cuyo auténtico nombre era Abner Jacobi. Este día nos brindó excelentes interpretaciones, y una grandísima sensación de implicación de los recreadores en el rol histórico, surgiendo nuevas tramas, complicaciones para el tribunal, sorpresas, etc. Muy divertido. Paralelamente, se hicieron además talleres de esgrima histórica a cargo de Lucio Gónzalez (asociación caballeros de Al-Basit) y costura, por Virginia Rodrigo (Virginia Disseny) y Chelo Ruiz (Lúa Media).

El tribunal durante las largas sesiones de interrogatorio

Auto de fe, domingo 11


La mañana del domingo, relajada en cuanto a actos, comenzó con más talleres, además de unos divertidos juegos pensados para las mujeres recreacionistas, a modo de campeonato con premio para la ganadora. Estos juegos han venido realizándose durante las tres ediciones, y son una propuesta muy loable para dar mayor protagonismo a los roles femeninos en la recreación. Se hizo un reñido tirasoga, un juego de bolos y una simpática forma de lucha en la que las damas debían atacarse con palos provistos de una enorme cabeza acolchada, defendiéndose con un escudo mientras trataban de mantener el equilibrio sobre una cuña de madera. La que caía de la cuña, perdiendo pie, perdía el combate.
Fase final de los juegos para damas

Tras estos juegos se pasó a la representación del Auto de Fe, lectura solemne y ejecución de las sentencias, precedido por un desfile. En él, tratamos de seguir el orden que se popularizó en los autos de fe de los siglos XVI a XVIII: abriendo la cruz o pendón, detrás del cual van los reconciliados (aquellos que vuelven al seno de la iglesia y a los que se le imponen penitencias leves) portando un cirio. Detrás, los clérigos, seguidos de los alguaciles escoltando a los relapsos (aquellos que van a ser “relajados al brazo secular” y sobre los que recaen penas más severas) y tras de ellos los hombres de armas y los vecinos e integrantes de las cofradías locales (resto de recreacionistas).

Se dispuso luego el tribunal frente a los acusados, con una pira preparada con una efigie representando al finado Rodrigo de Alcántara y un garrote. Se fue llamando así a los acusados por órden:
  • Elisa Rubio, perdonada previo pago de las costas de su proceso.
  • Alfonso Carrión, perdonado pero sentenciado a ser puesto en la picota seis días, para escarnio popular.
  • Doña Jimena, por su adulterio sentenciada a pena de excomunión y destierro de los reinos de Castilla y Aragón, confiscándose todos sus bienes.
  • Carlos Mesa, relajado al brazo secular y sentenciado al garrote.
  • Elvira Osorio, se le conmuta la pena de hoguera por garrote.
  • Alonso de la Cueva, por intercesión de una carta de los Reyes Católicos, es perdonado y puesto en libertad.
  • Don Rodrigo de Alcántara es quemado en efigie por sus muchos y graves pecados.
Carlos Mesa recibiendo el garrote

De esta manera, y antes de la comida de mediodía (también cortesía de la compañía Bellomonte) y el reparto de boletos y sorteo de una silla de tijera entre los recreacionistas, dio por finalizado el evento.

Conclusiones


Belmonte siglo XV ha sido, en su tercera edición, un evento valiente, al igual que lo fue San Miguel de Foces en 2012. Ha abierto nuevos caminos, nuevas posibilidades para la recreación histórica medieval y española. Explorando conceptos como el rol histórico o la colocación del recreacionista como medio y fin de la recreación, ha extraído numerosas e interesantes conclusiones. No obstante, hay detalles que convendría mejorar de cara a futuras ediciones, y que se van a mejorar, como una mayor (todavía) inclusión de roles femeninos en el evento o dar más libertad a los recreadores de cara a la interpretación de sus personajes.

Y sin embargo el balance de este evento ha sido no solo positivo. Ha sido, a mi entender, muy positivo, casi excelente. Todo el trabajo de la organización se sumó al genio, la frescura y capacidad de improvisación y adaptación de los recreacionistas, muchos de los cuales se sumaron al rol histórico y al desarrollo de las tramas y los actos de una manera admirable. No solo hemos demostrado que se puede, sino que es una vía que aporta grandes satisfacciones al recreador, grandes cotas de ilusión y de divulgación activa y de calidad de nuestra historia. Este solo es otro jalón más en una carrera hacia la renovación del panorama de la recreación histórica en España. Seguirán más eventos, cada año explorando temáticas y propuestas diferentes. Y eso, en realidad, me llena de ilusión como recreacionista y amante de la historia.

Deseamos transmitir un gran abrazo a todos los grupos de recreación histórica que han participado en este evento, y muy especialmente a la gente de la compañía de Bellomonte, Signum Phoenix, Mitos, Gloria Victis y Caballeros de Al-Basit. ¡Nos vemos el año que viene!

Foto de Dativo Donate

David Nievas Muñoz